Durante cientos de años fue reconocida y utilizada por los Aztecas, quienes le atribuyeron propiedades mágicas, además de usarla para tratar quemaduras de la piel y mejorar el aspecto del cabello. Este tipo de aceite está especialmente recomendado para el pelo dañado, seco o sin brillo, ya que le proporciona un extra de hidratación de manera natural.