Océanos de Plástico: Los Cepillos Dentales
Cada año 8 millones de toneladas de plástico acaban en el fondo marino. Según un estudio de Greenpeace, para el año 2050 en los océanos habrá más plástico que peces. De estos residuos plásticos, el 1% son cepillos de dientes desechados.
Sólo en Chile se calcula que se botan unos 72 millones de cepillos al año. No se habla tanto de ellos porque estos se hunden depositándose en los fondos marinos; pero están ahí y tardan hasta 400 años en degradarse. Hay estudios que indican que algunas especies de vida marina no solo ingieren plástico de manera accidental, sino que lo buscan. Eso se debe a que, con el paso del tiempo, el plástico marino puede absorber olores acuáticos que lo hacen oler de manera casi idéntica a comida para algunos peces y especies de aves. Cuando estos animales comen plástico en vez de comida, reciben una dosis de químicos como policlorobifenilos (también llamados bifenilos policlorados) y metales pesados que el plástico absorbe del ambiente.
Alternativas biodegradables: cepillo dental de bambú
En materia de cepillos dentales, hace ya algunos años que surgió la alternativa biodegradable con los cepillos con mango de bambú.
¿Te has preguntado de dónde provienen?
Los mayores productores de bambú del mundo son países del lejano oriente: Birmania, Camboya, India, indonesia, Sur de China. Obtenido a partir de la tala de bosques de “Bambú Moso” (Phillostachys edulis) para que no afecte el ecosistema de animales, en particular de los Osos Panda.
Debido a su gran popularidad en los últimos años, algunas de las compañías que se encargan de la fabricación de estos cepillos de dientes ecológicos han dejado atrás la ética ambiental y han optado por utilizar bambú ilegal, en su mayoría proveniente de China.
Los cepillos de dientes de bambú tardan en promedio 6 meses en degradarse en una compostera, pero ¿sabes cuántos chilenos tienen compostera? Tan sólo el 0.4 %
Nuestra propuesta: cepillo dental de palta
El eje de Ecóleo es el cuidado del medio ambiente y la economía circular. Es por eso que te traemos un producto elaborado a partir de un residuo y 100% mexicano. Un cepillo dental fabricado con bioresina a base de cuesco de palta, que logra su degradación en un basurero normal en menos de un año. Sus cerdas son de nylon y están recubiertas con carbón activado, logrando una mejor limpieza y blanqueamiento dental.
Estos cepillos biodegradables muestran su proceso de fabricación, a diferencia de los productos de bambú en donde se desconoce la procedencia de sus materiales.
Las características principales de esta bioresina son:
- Es Oxobiodegradable, pudiendo descomponerse en cualquier ambiente siempre y cuando exista oxígeno; por lo que no requiere compostaje. Se degrada en 6 meses según las condiciones ambientales.
- Tiene una vida útil cercana a los cuatro años.
- La huella de carbono es sustancialmente menor que la del plástico derivado del petróleo.
- Es un producto sustentable obtenido a partir de una fuente no alimenticia. Recordemos que México es el mayor productor mundial de palta, con más de un millón de toneladas al año. Se desechan unas 25.000 toneladas de cuescos al mes, sólo en México.
Tal vez cambiar nuestro cepillo de dientes de plástico por una alternativa biodegradable como la que te ofrecemos no represente una gran contribución a la actual crisis mundial de contaminación. Pero consideramos que puede ser una acción muy práctica y fácil para comenzar a revertir la acumulación de desechos que contaminan nuestro planeta.
¡Reduce el plástico en tu higiene dental diaria!
Un cepillo de dientes tarda más de 400 años en descomponerse en el mar.
Con cada gota de agua que tomas, cada vez que respiras, estás conectado al mar.
